NADIE ES APOLÍTICO
Vengo desde hace tiempo escuchando en referencia a la política actual eso del ‘A mi eso no me afecta’, ‘Yo soy apolítico’, ‘A mí es que la política me da igual’, y demás frases neocostumbristas y upeideanas (si se me permite el palabro). Cada vez más, eso que dijo Franco del ‘Haga como yo, y no se meta usted en política’ va tomando cuerpo entre la sociedad, pese a que ese gallego hijo de puta hace 38 años que entregó la cuchara. Lo que demuestra claramente, que no se piensa sobre la política en este país. Vamos, creo yo que no hace falta ser un Premio Nobel en Ciencias Políticas para entender que:
- Primero de todo, la política le afecta a todo el mundo. Aunque vivas en una cueva alejado de la sociedad, o en mitad del Amazonas. Porque una política destructiva con el medio ambiente en busca de recursos a cualquier precio puede arrasar con tu cueva para convertirla en una mina, o arrasar el Amazonas para obtener madera. Mientras que una política de rasgo más ecologista, podría permitirte seguir aislado en tu paraíso.
- Segundo, el ‘Yo soy apolítico’. Se tiende a confundir el ser apolítico con que ni la derecha ni la izquierda te convenzan sobre sus principios. En ocasiones puede ser que así sea y no encuentres un partido en el abanico de partidos que te represente. Pero sabes que ni izquierda ni derecha te convencen. Luego eres político. Aunque no tengas bando aún. Desde el momento en el que una persona hace una crítica a la política del país, sea Gobierno u oposición, eres político. Tienes inquietudes. Tienes ideas. Se siente.
- Y por último, el ‘A mi es que la política me da igual’. Esto lo dicen, por lo general chavales jóvenes, y en su caso es normal, porque aún no pueden votar, y con los medios de comunicación y la política de este país es difícil entender algo, porque todo son contradicciones y no hay valores ni defensa de nada. El problema viene cuando lo dice alguien que ya ha votado, que es mayor de edad, que estudia o trabaja, que tiene que pagar impuestos directos o indirectos, y sigue repitiendo que ‘la política le da igual’. Sin darse cuenta de que cuando le suben el precio del tabaco, o del cine, es por la política. Esta gente no es apolítica, porque está de acuerdo (o no) con esas subidas. Luego tiene ideas. Luego no es apolítico.
Decir que eres apolítico oculta un grado de pasotismo y de desinformación que no te convierte en apolítico, sino en ignorante. O que no has pensado realmente que es ser apolítico. El ser humano al nacer es apolítico, como cuando al nacer todos somos ateos. En el momento en el que como persona, uno tiene ideas de cómo debería ser la sociedad, ya es político. Otra cosa es que tenga representación en el arco parlamentario o no.
Que yo entre en un bar y no vea chicas que me atraigan no me convierte en una persona asexual.
Fuente: http://zygmantovich.wordpress.com/2013/08/01/nadie-es-apolitico/